Dos anillos separados por una linterna y asentados en el cuerpo de la válvula, envuelven un pistón de acero inoxidable.

El anillo superior proporciona la estanqueidad hacia el medio ambiente. El anillo inferior proporciona la estanqueidad en la línea.

El pistón se desplaza en cercano contacto con las amplias superficies de las paredes interiores de los anillos, brindando elevada estanqueidad al sistema.

Las superficies de cierre del pistón y de los anillos, están relativamente protegidos de la erosión; la base del pistón es lo mas directamente expuesto al fluido, pero todavía no hace parte del sellado.

Al cerrar la válvula, el pistón desplaza los sólidos que se hubieran asentado en las paredes del anillo, barriendo las superficies de sellado.
Consecuentemente, los fluídos con impurezas, partículas o fibrias en suspensión, no alteran el buen cierre.